En medio del verano que día a día nos sorprende con historias virales relacionadas con mascotas, ha cobrado fuerza un vídeo desde X donde varios cachorros campan a sus anchas en el interior de una mini-tienda. La imagen es tan tierna como polémica, y plantea un debate sobre la relación entre el comercio y el bienestar animal.
Lo que ocurrió realmente
El vídeo fue compartido por la cuenta @PuppiesLover en X, mostrando a una decena de cachorros explorando los pasillos llenos de productos. Aparecen razas pequeñas, sin supervisión inmediata, aunque en todo momento se ven limpios y juguetones.
La publicación acumula ya miles de visualizaciones y comentarios tanto de admiración como de preocupación: mientras algunos lo ven como una iniciativa positiva, otros alertan sobre los riesgos sanitarios que implica.

Hemos rastreado en redes y hallamos versiones similares: casos en tiendas de conveniencia y supermercados de EE. UU. donde perros hacen visitas breves, siempre acompañados, como una forma de atraer clientela.
¿Es seguro para los cachorros?
Según recomendación de PetMD, los cachorros no deberían exponerse a ambientes públicos sin haber completado su plan de vacunación, normalmente hacia las 18–20 semanas.
Los principales riesgos son parvovirus, moquillo o traqueo bronquitis infecciosa. En entornos controlados, si la tienda garantiza limpieza rigurosa, higiene del local y supervisión, el riesgo disminuye, pero nunca desaparece del todo.

En conversaciones en Reddit, aunque muchas cuentas advierten sobre la procedencia de los cachorros y posibles prácticas de criaderos, también hay testimonios positivos de tiendas que colaboran con refugios locales y gestionan adopciones responsables.
Un comentario destacado señala: “Una tienda familiar aquí trabaja con un refugio local; si solo quieren acariciar a los cachorros, está bien”. Esto evidencia que el contexto y la trazabilidad de los animales marcan la diferencia entre un acto respetuoso y otros más cuestionables.
Antecedentes y regulación internacional
En países como Reino Unido se regulan las condiciones de bienestar, exigiendo espacios adecuados, salidas al exterior y licencias especiales para venta de cachorros.
España también exige que los establecimientos que vendan cachorros cuenten con permisos y acreditación sanitaria, aunque no está generalizado permitir que entren mascotas libres. Este caso viral podría inspirar una revisión de normas locales y adaptar la experiencia canina al entorno urbano.
La imagen de perritos felices correteando por la tienda tiene su punto de encanto. Pero no se pueden ignorar los protocolos sanitarios ni la trazabilidad del origen animal.