Estos días grupos de esquiladores han recorrido las diferentes granjas del Pirineo para esquilar a las ovejas de los rebaños antes de subir a la montaña. Para rememorar este oficio Sort celebra desde hace 33 años la fiesta de La Xollada de ovejas con tijera. Media docena de esquiladores han sido los encargados de hacer la demostración; unos con tijera como marca la tradición y otros con máquina eléctrica.
Todo para ver la evolución del oficio en las últimas décadas. La fiesta también sirve para homenajear a la actividad ganadera. En el municipio de Sort la actividad ganadera de ovejas todavía está muy presente y sus montañas cada año acogen más de 8.000 cabezas de ganado. En la fiesta, desde el 2014 también se hace la exhibición de esquilar con máquina eléctrica, y desde el año pasado también con un aparato antiguo de transición entre las tijeras y la máquina actual.
La celebración se complementa con una feria de productos artesanos y útiles vinculados con el mundo de los pastores y esquilar. Ya con las ovejas cholladas las han marcado con la marca del propietario del rebaño. Antiguamente se hacía con pegamento y ahora se hace con pintura.
La lana de las ovejas, años atrás, era un complemento a la economía, pero actualmente es todo lo contrario. Los ganaderos deben pagar por esquilar a las ovejas y, por el contrario, la lana no tiene ningún precio, nadie quiere comprarla.
Aunque es un tejido excelente, sostenible y biodegradable se apuesta por otros materiales. Son muchas las granjas que acumulan sacos llenos de lana aún de otros años y no encuentran quien la quiera, aunque sea a coste cero. Ahora, la lana es considerada como un material de desecho. Pero por el bienestar de los animales cada año los pastores hacen esquilar a las ovejas de sus rebaños.