Ya estamos en pleno verano y es momento de viajar para desconectar de nuestro ajetreado día a día. Algunos prefieren conocer nuevos destinos y optan por el turismo puro. Otros, sin embargo, tiran más por escoger lugares más tranquilos en los que poder relajarse.
Para esta segunda opción, Menorca es siempre una recomendación absoluta; su paz y sus paradisíacas playas la convierten en un destino mágico. El encanto de esta isla balear es máximo, pero es aconsejable informarse bien antes de viajar para no perderse nada de lo que tiene que ofrecernos. Porque es mucho.
No basta sólo con visitar las playas más conocidas, sino que lo mejor es poder conocer calas perdidas en los que el alboroto de gente es menor y la postal es, si cabe, todavía más espectacular. Invertir una mañana o una tarde en estos escondidos espacios hará de nuestro viaje una experiencia más increíble.
Las calas más recomendables
La primera de ellas es la Son Saura, una playa virgen y muy extensa que es de fácil acceso y que incluso tiene un aparcamiento cercano. Si, por otro lado, eres de los que busca aguas cristalinas y postales mágicas, sin duda debes visitar Es Caló Blanc.
Es la cala más pequeña de toda la isla, con apenas cinco o seis metros de ancho. Es rocosa y se encuentra cerca de la localidad de Binibeca. Suele estar muy poco concurrida, así que podremos hallar esa paz que muchas veces necesitamos; e incluso podremos pasar un buen rato saltando desde sus rocas.
Si, al contrario, lo que buscas es más ambiente en un lugar mágico, Cala Turqueta sería una sabia elección. Es mucho más conocida y suele estar más concurrida, pero eso no impide que siga obteniendo una postal mágica con su agua turquesa rodeada de un verde puro. Se encuentra muy cerca de Mahón, una de las ciudades que más turistas acoge en etapa estival.
A 1,4 kilómetros de Cala Turqueta y de acceso algo más complejo, pues hay que andar unos 20 minutos, se encuentra la Cala des Talaier. También destaca por sus espléndidas aguas cristalinas, que la convierten en un coqueto espacio en el que bañarse, refugiarse del calor y relajarse.
Y estas son tan solo algunas de las opciones, pero, desde luego, no son las únicas. No será por calas mágicas en Menorca. Por ejemplo, podríamos sumar a la lista Cala Mitjana, Cala Trebalúger, Cala Escorxada, Cala Fustam, Cala Galdana o Cala Macarelleta.