De vez en cuando, la vida nos regala historias realmente emotivas que consiguen que se nos erice la piel cuando nos enteramos. Y es que, a veces, los milagros ocurren y las tramas tienen un final feliz. Es lo que lo ha ocurrido, por ejemplo, a Judith Monarrez, una ciudadana norteamericana que, tras nueve años buscando a su perro, al final lo ha podido encontrar.
Gizmo tenía dos años en 2015 y vivía en Las Vegas, en una de estas típicas casas estadounidenses que todos conocemos por las películas. El 3 de febrero de aquel año, el perro, de la raza chihuahua, salió por una puerta defectuosa del hogar que daba acceso al jardín. Y se perdió.
Desde entonces, su dueña no ha parado de buscarlo, sin perder la esperanza. Su conexión con la mascota era abismal y quería recuperarlo cuantos antes. Pero pasaban los días, las semanas, los meses, los años y los lustros y las buenas noticias no llegaban.
Cualquiera en su lugar hubiera tirado la toalla, pues pasado tanto tiempo las posibilidades de reencontrarse con el perro se auguraban remotas, pero Judith no lo hizo. Algo le dijo que no podía parar de confiar y de buscar, y así lo hizo. De forma más activa o pasiva, la estadounidense no se rindió en su búsqueda, mirando y preguntando, hasta que, al final, el 17 de julio de 2024, recibió el correo electrónico que llevaba más de nueve años esperando.
Estado actual de Gizmo
Una mujer había encontrado al perro en la calle en un estado preocupante y lo había llevado a un veterinario de Henderson. Allí le hicieron una primera observación y encontraron el chip que le había puesto la dueña. Gracias a eso, desde el centro médico de animales se pusieron en contacto con ella y Judith cogió el coche y puso dirección a reencontrarse con su pequeño amigo.
"Es un milagro. Aunque ha cambiado mucho, cuando le miré a los ojos sabía que era él. Cuando dije su nombre, giró la cabeza y no dejó de mirarme", dijo la dueña. Ahora Gizmo tiene 11 años, pesa 3 quilos y medio y está en muy mal estado. Está cojo, tienes los ojos infectados y le faltan dientes, además de haber desarrollado un temor notable por la oscuridad, las alturas y los pájaros, pero Judith Monarrez y su familia se esforzarán por brindarle los mejores cuidados posibles y que pueda recuperarse cuanto antes.
Para ello, además, la dueña ha compartido en sus redes sociales la creación de un GoFundMe para que sus seguidores puedan ayudarle a pagar los cuidados de Gizmo.