El Rey Juan Carlos I abandonó España en verano de 2020, en plena pandemia y se dirigió hacia los Emirátos Árabes Unidos. El emérito, que no tenía ningún vínculo sentimental en España, eligió este país para exiliarse tras diferentes escándalos, en especial, una supuesta donación de 65 millones de euros a quien fuera su amante durante muchos años, Corinna Larsen.
La fiscalía suiza, pese a archivar finalmente el caso, estuvo investigando lo sucedido. El monarca regularizó su situación ante la Agencia Tributaria española, casualmente, antes de que ésta emitiera los correspondientes requerimientos que hubieran comportado unas consecuencias mucho más graves para el emérito.
Ahora, cuatro años después, los escándalos alrededor de su figura continúan, pero parece que se han olvidado las cuestiones económicas y ahora la opinión pública se centra en unos audios filtrados por el entorno de Bárbara Rey y distribuídos en fascículos por Ok Diario, en los que se intuye que el exjefe de estado podría estar involucrado en el intento fallido de golpe de estado que tuvo lugar el 23 de febrero de 1981 en el Congreso de los Diputados.
En estas conversaciones, Juan Carlos I aprovecharía la complicidad y la confianza con Bárbara Rey para confiarle sus preocupaciones. En una de las escuchas crítica a quien fue el secretario de la Casa Real, Sabino Fernández y loa la figura de Alfonso Armada, de quien reconoce que pese a pasar unos años en prisión siempre supo mantener el silencio.
Juan Carlos I no quiere volver a España
Desde su huida a los Emiratos Árabes Unidos, el Rey Juan Carlos I ha vuelto a España en varias ocasiones, en especial, para ir a Sanxenxo a ver a sus amigos, a participar en regatas de vela y a disfrutar de la gastronomía gallega. La periodista experta en el corazón, Laura Fa, ha sido una de las invitadas del programa Col·lapse de TV3, presentado por Ricard Ustrell, y ha explicado por qué el emérito no desea volver a España.
Los motivos no son porque no tenga ganas de ver a Sofía de Grecia. Tampoco es un motivo que no eche de menos a sus hijos o a sus nietos. La razón es económica y es que no quiere tributar en España. Y es que según la Ley General Tributaria y las principales leyes que regulan los impuestos, como la Ley del IRPF, establecen que deben tributar en España todos aquellos ciudadanos que residan más de 183 en territorio español.
Fa bromea con este tema y argumenta que todavía le sobran días. Tira de humor y asegura que el monarca cuenta los días y cuando ve que le sobran días, se desplaza a España para poder ver a sus amigos. Pero nunca sin superar el límite de los 183 días.