Mencionar a la familia Grimaldi, inevitablemente, es pensar en glamour y en un estilo de vida que mezcla la realeza con la modernidad. Entre los nombres que destacan están siempre los de los tres hermanos, Carolina, Alberto y Estefanía de Mónaco. Sin embargo, una nueva generación comienza a dejar sus huellas en el Principado de Mónaco.
Entre ellos, Camille Gottlieb empieza a ocupar un lugar especial por su autenticidad y carisma natural. Hija de Estefanía de Mónaco y nieta de la inolvidable Grace Kelly, Camille ha sabido combinar la elegancia heredada con una personalidad propia. Cada una de sus apariciones es una muestra de cómo el legado y la frescura pueden convivir.

Más allá del apellido: Camille forja su propio camino
Camille Gottlieb ha vivido bajo la sombra de un linaje imponente. En cada aparición pública, el parecido físico con su abuela salta a la vista: melena rubia, ojos azules y una elegancia natural que evoca a la icónica princesa. Pero Camille deja claro que no quiere ser solo 'la nieta de Grace Kelly', sino una mujer con voz propia.
En una reciente entrevista para Vanity Fair Francia, Camille habló abiertamente sobre su abuela. “Es un gran honor parecerme a ella; sigue siendo la mujer más bella del mundo”, confesó. A pesar de no haberla conocido, siente que Grace fue más que una estrella de cine: “Era una persona divertida, con ideas y carácter admirable”.
Su admiración no se queda en palabras. En la Gala de la Cruz Roja de Mónaco, Camille rindió homenaje a su abuela con un vestido inspirado en La ventana indiscreta. Junto a la diseñadora Elisabetta Franchi, reinterpretó la pieza original con un toque personal, manteniendo la esencia de la sofisticación que caracterizaba a Grace.

De Hollywood a Mónaco: los guiños de Camille al legado familiar
Cada detalle de sus looks es un tributo a la historia de su familia. Camille con respecto a su abuela como actriz, señala: "He visto todas sus películas". Ha lucido un vestido escarlata en referencia a Crimen perfecto y un diseño lila que remite a High Society.
Camille entiende la moda como un lenguaje silencioso, capaz de unir pasado y presente. Pero no todo es glamour en su vida, Camille también habla de cenas familiares en casa de su padre. “Me preparo pasta con salsa de tomate en pantalones de jogging y reímos hasta las 11”, cuenta con naturalidad.

Camille defiende su legado con autenticidad
Camille Gottlieb tiene claro el equilibrio entre lo público y lo privado. “Tengo mi franqueza, con un lado un poco loco de vez en cuando, y un lado más formal”, confiesa. Así, mezcla la herencia real con su autenticidad.
Aunque es la hija de Estefanía más alejada de los focos, Camille no deja de lado su orgullo familiar. “Mi madre siempre nos decía que es imposible tener la vida que tenemos sin dar las gracias a nuestro abuelo”, revela. Y agregó: "Tenemos el deber de representar a la familia, tanto en suelo monegasco como a escala internacional" y para ella es un compromiso personal.
Cada aparición suya, entre homenajes y confesiones, refleja ese equilibrio. Camille Gottlieb mantiene viva la esencia de su legado sin perder su esencia libre. Así, encarna una realeza cercana, auténtica y moderna.