Marc-André Ter Stegen está en el ojo del huracán. Lo que comenzó como un simple trámite médico para inscribir a nuevos fichajes del FC Barcelona se ha convertido en un culebrón veraniego que ya salpica incluso a las redes sociales. El último en sumarse a la polémica ha sido Tomás Roncero, periodista madridista, que no ha dejado pasar la oportunidad para burlarse del club blaugrana con un ácido comentario en X (Twitter).
El origen del lío
Todo comenzó cuando el club intentó aprovechar la baja médica de larga duración de Ter Stegen para inscribir a varios jugadores pendientes de registro: Rashford, Szczesny, Gerard Martín y Roony Bardghji. Según el reglamento de LaLiga, un jugador debe estar fuera por al menos cuatro meses para que su ficha pueda ser utilizada en beneficio de otro compañero.
Sin embargo, Ter Stegen anunció en redes sociales que estaría de baja tres meses tras ser operado en Burdeos por la Doctora Léglise. Ese anuncio, sorpresivo por lo poco habitual entre futbolistas, generó un enorme malestar en las oficinas del Barça, ya que ponía en jaque su plan de inscripciones.
El club reaccionó encargando un informe médico que aseguraba que el guardameta estaría fuera al menos cuatro meses. Solo faltaba una cosa: la firma del propio jugador. Pero Ter Stegen se negó a firmar.
Choque entre club y jugador
Según fuentes del entorno del alemán, no se niega en rotundo, pero prefiere tratar el tema en persona con los directivos antes de estampar su rúbrica. Además, aseguran que nadie le comunicó que la baja se ampliaría de tres a cuatro meses, por lo que se siente incómodo con las prisas del club.
La negativa ha provocado la furia del Barça, que incluso ha considerado abrirle un expediente disciplinario. Una decisión que podría tensar todavía más una relación que hasta ahora había sido ejemplar: Ter Stegen lleva más de diez años en el club y ha sido uno de los capitanes más constantes del último lustro.
Roncero enciende la mecha
El tertuliano de El Chiringuito y acérrimo madridista publicó un mensaje que ha generado tanto carcajadas como indignación. Al aludir a los “VALORS del Barça”, con mayúsculas, y compararlos con el dúo Milli Vanilli —desacreditado por hacer playback en sus conciertos—, pone en duda la integridad y coherencia del discurso ético del club catalán.
El mensaje ha sido celebrado por la afición blanca, que ve en esta situación una muestra más del caos institucional del Barça. En cambio, muchos culés consideran que el comentario de Roncero es oportunista y que Ter Stegen tiene derecho a decidir cuándo y cómo firma un documento tan delicado.
¿Y ahora qué?
El Barça necesita cerrar cuanto antes las inscripciones para tener a toda su plantilla lista, pero la colaboración del alemán es imprescindible. Si no hay acuerdo, podría quedar señalado ante la directiva, pero también podría forzar una reacción interna en su defensa, especialmente entre los pesos pesados del vestuario.
Este episodio vuelve a poner sobre la mesa la fragilidad del Barça fuera del campo. En este clima enrarecido, Ter Stegen ha pasado de ser un pilar deportivo a una pieza incómoda en los despachos. Y para muchos, como Roncero, otro “sacrificado” más por los “VALORS” de un club que, según él, predica mucho y practica poco.