El CD Tenerife se encuentra en una etapa crucial de su temporada en LaLiga Hypermotion, con un objetivo principal claramente definido: mantenerse en la categoría. Sea como sea. En un contexto marcado por cambios en el banquillo y movimientos clave en el mercado de fichajes, el club tinerfeño apuesta decididamente por reforzar posiciones estratégicas, especialmente la portería, con la incorporación reciente del experimentado guardameta catalán Édgar Badía.
Después de una primera mitad de temporada irregular, marcada por la incertidumbre en la portería, el Tenerife tomó una decisión trascendental en el mercado de invierno fichando a Édgar Badía. El exguardameta del Elche, con una trayectoria extensa y reconocida en el fútbol profesional español, llegó con la misión de aportar estabilidad y experiencia al conjunto canario. Su llegada coincidió con la destitución de Pepe Mel y la incorporación de un nuevo cuerpo técnico liderado por Álvaro Cervera, cuyo desafío inmediato era alejar al equipo de la amenaza del descenso.

Édgar Badía no solo aportó seguridad bajo palos desde su primer encuentro, sino también liderazgo en momentos difíciles. A sus 33 años, su experiencia en la máxima categoría y en situaciones complicadas ha sido un activo vital para el vestuario del Tenerife, que ahora encara los próximos meses con más tranquilidad y confianza.
Desde que Badía tomó la titularidad, los números reflejan una clara mejoría defensiva. Aunque el balance global del equipo todavía muestra un rendimiento irregular (12 partidos jugados, con resultados dispares), las estadísticas individuales del arquero son particularmente positivas. A pesar de haber encajado goles, su capacidad para responder en momentos críticos, especialmente en los penaltis, es sobresaliente. En los últimos seis lanzamientos de penalti que ha enfrentado Badía, ninguno terminó en gol directo, un récord extraordinario en LaLiga Hypermotion.
Sin embargo, las estadísticas globales muestran al Tenerife en una situación delicada en la tabla, aún cerca de las posiciones de peligro. Esto hace que la continuidad del guardameta sea clave para construir un proyecto sólido a medio plazo. Tanto la dirección deportiva como la afición reconocen que mantener a Édgar Badía más allá del 30 de junio de 2025 podría ser esencial, independientemente del desenlace final de la temporada actual. Así lo ha informado Estadio Deportivo.

Impacto en el futuro deportivo del Tenerife
Aunque el club todavía lucha por asegurar su permanencia en LaLiga Hypermotion, el rendimiento del catalán se interpreta como una pieza fundamental para futuras temporadas. La directiva del Tenerife sabe que perder a un jugador de la calidad de Badía podría suponer un retroceso significativo en sus objetivos deportivos. Por ello, ya se trabaja internamente para ofrecerle un proyecto sólido que lo convenza de continuar en las Islas Canarias más allá de su actual contrato.
La decisión de apostar por la renovación de Édgar Badía, incluso ante un posible descenso, refleja una estrategia clara del Tenerife: priorizar la solidez defensiva y construir un equipo competitivo desde la portería. Además, Badía aporta al equipo mucho más que paradas espectaculares; es una referencia en el vestuario, respetado por compañeros y admirado por la afición, algo imprescindible para recuperar la confianza del entorno en un momento deportivo tan delicado.
Con la recta final de la temporada acercándose, cada partido se convierte en una oportunidad clave para que Badía refuerce su valor en el proyecto chicharrero. Mantener al guardameta catalán no solo se presenta como una necesidad inmediata, sino también como una apuesta estratégica a largo plazo que permita al Tenerife aspirar, en un futuro cercano, a volver a soñar con el regreso a la élite del fútbol español.