Claudio Bravo protagonizó unas polémicas declaraciones sobre los recursos internos de un club y otro. Al principio de todo, Bravo dejaba claro que el Barça es un club gigantesco y reconocido por todo el mundo y que a cada país que visita se encuentra camisetas del Barça o del Real Madrid, sin embargo una vez dentro del propio club sus palabras fueron las siguientes: “Internamente es muy pequeño. Ves siempre las mismas caras, hay poca gente: jugadores, staff, tres o cuatro guardias, cocinero y poco más".
En cambio a la hora de hablar del Manchester City decía: "Es un club gigantesco internamente. A nivel de recursos, ilimitado: gente en la piscina, en el vestuario, en el área médica... ¡Sobra gente!", exclamó irónicamente el futbolista. "No escatiman en recursos ni en personal para que el futbolista se desarrolle de la mejor manera posible y no se preocupe de absolutamente de nada".
Sin duda unas declaraciones que han creado mucho revuelo y es que el portero ha estado 2 años defendiendo la portería azulgrana y 3 años defendiendo los colores del conjunto de Manchester.
Bravo: se marchó del Barça con alguna cuenta pendiente
El el verano de 2014 y tras una temporada sin ganar nada, el Barça anunciaba el fichaje de Luis Enrique para la nueva temporada, en donde el club invertiría fuerte por la portería fichando así a dos grandes porteros como Claudio Bravo y Ter Stegen, donde tendrían que convivir juntos y asumir sus roles y aceptar la competencia. Luis Enrique decidía que Bravo jugaría la Liga y Ter Stegen la Copa y la Champions League.
En esa temporada el Barça logró el triplete y coronándose como el mejor equipo del mundo. Una temporada después, el Barça ya tendría que hacer una apuesta seria por uno de los porteros y Ter Stegen era la apuesta futura del club por edad y proyección, dejando de lado al portero chileno que acabaría la temporada y saldría traspasado a Manchester.
Ter Stegen le ganó la partida al chileno
Ter Stegen finalmente le ganó la partida al chileno y sería el portero titular del FC Barcelona hasta día de hoy, con una competencia mucho menor de la que tenían ambos. Claudio Bravo recalaría en el Manchester City a las órdenes de Pep Guardiola donde su primera temporada jugaría 30 partidos pero las dos siguientes apenas tendría minutos y acabaría siendo el segundo portero ya que el club ingles apostaba por Ederson.
Pero a la vista está que Bravo ha tenido mejor impresión de como se trabaja y se prepara a los futbolistas en Manchester que en Barcelona, desvelando recursos ilimitados en el club inglés ante la falta de efectivos que hay en el Barcelona en esa época. También hay que decir que han pasado muchos años y la directiva ha cambiado, lo cual no quiere decir que ahora siga todo igual que antes.