Los autobuses dentro de zonas urbanas presentan ciertos peligros debido a su tamaño y a la congestión propia de las ciudades. Uno de los principales riesgos es el impacto en la seguridad vial. Los autobuses, por ser vehículos grandes y pesados, pueden tener dificultades para maniobrar en calles estrechas y con mucho tráfico.
Esto aumenta el riesgo de accidentes, especialmente con peatones, ciclistas o vehículos más pequeños. Además, la necesidad de hacer paradas frecuentes puede causar situaciones de peligro, como colisiones con otros vehículos que intentan adelantar o cambios bruscos de carril.
Otro peligro relevante es la contaminación, tanto en términos de emisiones como de ruido. Los autobuses, especialmente aquellos que no son eléctricos o híbridos, generan una gran cantidad de gases contaminantes, lo que contribuye al deterioro de la calidad del aire en las ciudades. Esto afecta directamente la salud de los habitantes, aumentando los problemas respiratorios y enfermedades relacionadas con la contaminación del aire.
Un autobús, protagonista de un accidente urbano
El día de ayer por la tarde, los 'Bombers' de la Generalitat de Catalunya tuvieron que intervenir en un caso bastante inusual que por suerte no ha dejado daños humanos. Tras unos últimos días donde han tenido que apagar muchos incendios en lo que intervenciones de vehículos se refiere, ahora han actuado en un incidente totalmente distinto a los anteriores. A las 16:48 horas de la tarde, los profesionales recibieron una llamada por parte del 112, avisando del accidente de un autobús de línea en una localidad de la Catalunya Central.
El lugar en cuestión era el municipio de Berga, la capital de la comarca del Berguedá, situada en la provincia de Barcelona. Así pues esta ciudad, concretamente el paseo de la Pau, fue protagonista de un accidente provocado por un autobús de la Generalitat. Dos dotaciones de los 'Bombers' de la Generalitat llegaron al lugar de los hechos y se encontraron con este vehículo de transporte público totalmente accidentado en medio de la calle.
El autocar se había topado con una farola y un árbol en el paseo mencionado anteriormente, y produjo unos grandes destrozos en el mobiliario urbano. No obstante, por suerte todo quedó en una simple anécdota, ya que los daños fueron simplemente materiales. No se tuvo que lamentar ningún herido peatonal o de las personas que viajaban en el bus en cuestión.
Así pues, la ayuda del Servei d'Emergències Mèdiques (SEM) no fue necesario, pero la de los Bombers sí. Los profesionales revisaron toda la zona en la que el vehículo había impactado, y procedieron a retirar el diferente mobiliario urbano que se había visto dañado por culpa del accidente. Seguidamente, se dedicaron a asegurar la vía para volver a abrirla y que los conductores pudieran circular con total normalidad.